El Emplazamiento de Ronda


Ronda se sitúa sobre una depresión, la más occidental de las que constituyen el denominado surco intrabético, a modo de isla entre las montañas que conforman la Serranía. Acantonada en la fortaleza natural que supone la meseta, Ronda ocupa la posición central, correspondiéndose con el auténtico centro geográfico del territorio comarcal, desde el que se domina tanto la llanura como el anfiteatro de montañas que la rodean.

La meseta de Ronda, está formada por molasas terciarias que han sido cortadas a pico por el río Guadalevín o Grande formando un cañón que divide en dos el cerro y la propia ciudad, formalizando así un límite al crecimiento urbano hacia el Oeste, que no será superado hasta la construcción de su conocido Puente a finales del siglo XVIII. Esta meseta, con una orientación NO-SE, presenta una parte llana en su zona más elevada y dos pendientes, a Occidente y Oriente, de la que es más pronunciada la primera. La segunda, configura una prolongada ladera relativamente suave que desciende hacia el Este de manera escalonada, proporcionando unas condiciones óptimas para el asiento de la población.